domingo, 29 de junio de 2008


Cuando por alguna razón,
un día buscaste volar hacia el fin,
cuando perdiste y
enredaste tus ojos en ramas,
y quedaste ahí,
atascado.
Cuando llené mi boca de reproches,
llené mis bosillos de rencor y molestia,
retomé la paranoia,
y las pequeñas gotas de odio,
pero traduje tal estado
en pequeñas palabras de amor.
No dejes de pensar en cuanto me destruyes,
bebes de mi risa, y luego de mirarme a los ojos,
pronuncias lo q no debes;
corres por mi espalda,
cantas lindas canciones
y en la despedida te olvidas mi nombre,
debería olvidarme,
debería dormir en paz,
pero aún me descolocas,
y me quedo de nuevo ahí,
enredado, para bien.
Para mal.

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